Todos sabemos que la humedad acaba estropeando la madera. Por lo tanto es recomendable no mojar demasiado el suelo cuando limpiemos nosotros mismos el parquet, ya que en verano el vapor causado por el calor puede absorberse antes y estará que se hinche rápidamente el parquet. Así que siempre límpialo con una mopa húmeda o una fregona bien exprimida y si quieres secarlo después, nunca está de más.